Todos a bordo del mismo barco.

El control relativo sobre la fuerza de la naturaleza hace sentir al ser humano invencible, grande, poderoso, importante. Inversamente proporcional al crecimiento de la tecnología decrece ese temor alojado en el cerebro primitivo que mantenía al margen el espíritu auto destructivo de las personas. Los orgullos se alimentan con la consecución de nuevos logros y esos logros alientan la insaciable ambición humana. Es un círculo vicioso inagotable. Lo que no se tiene presente es que los extremos se tocan y al querer volar demasiado alto solo se estará más cerca del suelo. Basta ser un poco detallistas para darnos cuenta de lo diminutos que somos: un grano de arena en el mundo, casi nada en el universo.





Como escribe García Márquez en Cien años de Soledad: "increíble como la misma mano con que se hacen cosas tan bellas sirva también para limpiarse el culo". Es decisión de cada cual emplearla en lo que desee.



El poder político debería ir acompañado de inteligencia, trabajo y honestidad; la solidéz económica acompañada de responsabilidad social; el acceso a los medios de comunicación acompañado de prudencia; el desarrollo de la tecnología acompañado de respeto por la naturaleza; la evolución de los países acompañada de confraternidad global; las relaciones interpersonales de mucha sinceridad y mucho amor. Lástima que sepamos cual es el deber ser pero el ser siempre sea distinto. Lástima que se pierda el norte aunque se tenga tan claro. Por eso es tan difícil construir un mundo mejor.

Comentarios

trejos-comics ha dicho que…
Saludos SamuEL!... Le agradezcosu visita a mi coomicblog!... ya he puesto su sitio en mi seccion Tropas aliadas...

felicidades por el blog!... tiene temas muy interesantes aqui...:)

Att: Trejos